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sábado, 27 de noviembre de 2010

Noche Melómana – Sigur Rós








Rosa de Victoria. Mi islandés no puede fallar.

Cuando memoro el tiempo y la distancia, la música es el ingrediente adicional para encontrar el sonido perfecto que encaje entre lo ganado, lo perdido y la esperanza.

Sigur Rós no llegó a mi vida por casualidad sino por causalidad.

Siempre he sido amante del sonido que se desprenden de los violines, quizás porque alguna vez besé los labios de una mujer que tocaba magistralmente el instrumento. Siempre he amado un buen piano que tenga entre sus notas principales un uso potente de los graves y una nostalgia implícita. Siempre he sido amante de las voces suaves, de aquellos que utilizan el falsete no como una moda, sino como un acompañante más en la melodía.

Sigur Rós entró perfectamente a mis oídos.

Su origen data de 1994 y el nombre de la banda proviene de la hermana menor (Sigurrós) de Jonsi, líder de la banda, que nace justo el día en que el grupo se integra.

El primer disco aparece en 1997 bajo el título de Von (Esperanza), sin tener un éxito importante, incluso hay quienes afirman que en el primer año sólo vende unas 300 copias.

Pero como todo gran grupo que sabe reinventarse y busca superarse, aparece en 1999 el Ágætis byrjun (Un Buen Comienzo) donde la crítica aplaude el trabajo y sirve de plataforma hacia nuevas incursiones.

Sin embargo, y en gustos se rompen géneros, tres años después vendría el que para mí es su mejor trabajo, el disco titulado ( ).

Un disco que le hace el homenaje más preciso a un género (post-rock) que pocos entienden parte de su esencia.

El post-rock muchas veces es música instrumental o con una escasez de letras, el objetivo es uno, que cada quien le ponga a la música lo que le haga sentir. Y eso se logra con el disco de los “paréntesis” o también llamado “el álbum sin título”.

Cuando abres el disco y buscas las letras te encuentras con la sorpresa de que el librito está en blanco… Uno pensaría, que demonios voy hacer sin saber por lo menos que canta no?

Pues he ahí una de las grandes contribuciones de este grupo.

“Las canciones están cantadas Hopelandic, que consiste pronunciar sílabas sin sentido cuyo sonido se asemeja al idioma islandés, La mayoría de las secuencias cantadas por Jón Þór Birgisson y se repiten muchas veces a través de cada canción, y a menudo a través del álbum entero”* Tomado de Wikipedia..

Después vendría Takk del cual se desprenden varias canciones que usualmente podremos escucharlas en programas de televisión, tráilers de películas, entre otros muchos medios.

Með suð í eyrum við spilum endalaust es su último trabajo y en lo personal, el segundo en fuerza que más me gusta.

Sigur Rós es un viaje entre atmósferas espaciales y la propia naturaleza. No hay descubrimientos en su música, pero si es de agradecerse que un grupo de tan lejano origen llegue a México a deleitar a algunos escuchas que siempre nos abrimos a las fronteras y culturas de otras naciones.

En estos momentos en que me siento con un sentimiento que aún no logro descifrar, entre la extrañes, la pérdida, el dolor, la tristeza, la esperanza, el sueño y la ilusión de un mejor mañana, la Rosa de Victoria es mi mejor compañía…


Citando a lomasinteresante

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