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jueves, 11 de noviembre de 2010

Al parecer, una mente errante es una mente infeliz

Los investigadores Matthew A. Killingsworth y Daniel T. Gilbert desarrollaron una aplicación para iPhone llamada Track Your Happiness con el objetivo de encontrar “qué hace que la vida merezca la pena”.


Por un lado, a través de aquel sitio web los usuarios tienen la posibilidad de rastrear su felicidad y encontrar qué factores de su personalidad la engrandecen. Y por el otro, los investigadores analizan los datos para obtener un entendimiento científico de ese curioso asunto que llaman Felicidad.

¿Qué fue lo que encontraron? Según el reporte recién publicado por Science, hay un par de conclusiones generales:

  1. Que las personas están pensando acerca de aquello que no sucede casi con tanta frecuencia como de lo que sí sucede.

  2. El resultado de esa costumbre es la infelicidad.

Las personas, a diferencia de los animales, pensamos en el pasado y el futuro. El primero es dolor. El segundo, angustia. Sin embargo, como mencionan en el reporte, tal tipo de pensamiento es un logro evolutivo que le permite a las personas aprender, razonar y planear a pesar del costo emocional.

Con la aplicación para iPhone, los científicos pudieron reunir una gran base de datos en tiempo real sobre los pensamientos, sentimientos y acciones de una gama muy amplia de personas. De forma aleatoria a lo largo del día, el app contactó a los participantes para hacerles una serie de preguntas. Un cuarto de millón de respuestas de unas 5.000 personas de 83 diferentes países entre los 18 y 88 años de edad fueron registradas en el sitio web. Preguntas como “¿Cómo te sientes justo ahora?” eran respondidas con una escala entre 0 (muy mal) y 100 (muy bien), estuvieron combinadas con otras como “¿Qué haces en este momento?” y “¿Estás pensando en algo más?”.

Quizá la imagen de abajo nos resume como especie —bueno, al menos a quienes poseen un iPhone—: en qué pensamos —e.g., trabajo, computadoras, leer, cuidar a los niños, pensamientos vagos y poco placenteros— * y con qué frecuencia —diámetro de las esferas—. Arriba están los pensamientos felices, abajo los que no lo son. A la izquierda la infelicidad; a la derecha, el paraíso —aunque con poca frecuencia, es hacer el amor—.

[Por razones de copyright, retiré la imagen. Intentaré explicar su contenido.]

Los autores hicieron un gráfico para representar sus datos:

  • Invertimos mucho tiempo en vagar con la mente pensando sobre nada en particular, algo neutral, algo placentero y algo que no lo es.
  • Cuando no vagamos, pensamos, con menor frecuencia, sobre todo en el trabajo, en la comunicación con los demás, relajarnos, ver televisión, usar la computadora.
  • Si vemos los extremos, invertimos mucho más tiempo en vagar sin placer con los pensamientos que en la inmensa dicha de hacer el amor.

Los occidentales construimos software y experimentos para conocer con estadísticas lo que el Budismo —no en vano hay quien dice que es la Ciencia del Espíritu— sabe desde hace siglos:

No deberías perseguir el pasado o poner esperanzas en el futuro. El pasado ya quedó atrás. Y el futuro aún no hay llegado.

En otras palabras, lo único que cuenta es el presente.

P.S. Por cierto, ¿queda alguien a favor del mentado multitasking?


Citando a: alt1040

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